Cuando empecé este camino, a diario desde que iba a clase de teoría de PPL me imaginaba con cierto temor y aprensión el día de mi "suelta", el vuelo sólo. Es aquél momento cuando el instructor se siente lo suficientemente confiado en tus capacidades y conocimientos para dejarte hacer un vuelo solo. Y también es el hito más importante y difícil de llegar tanto para los estudiantes de ATPL, como de privado.
Si no has dudado si serás capaz de hacerlo, si no has tenido este miedo, te felicito, eres uno de los pocos o tienes un don. Esa sensación me ha ido acompañado continuamente, intensificándose poco a poco en la fase de vuelo hasta que alcancé ciertos logros y aprendizajes propios.
Soy una persona muy racional, incluso a veces literal, por lo tanto si cada componente de la maniobra no está dividida en pequeños trozos que puedo comprender y ejecutar conscientemente, la maniobra en general no me sale.
Por ejemplo, la frase "cuernos al viento, píe contrario", algo que muchos instructores repiten como una mantra, resulta me contraproducente, ahora lo explico. Los "cuernos al viento" nos permiten alabear para introducir un movimiento lateral contrario a la dirección del viento lateral, para evitar que nos desplace de nuestro "Track" deseado. Y el "píe contrario" permite alinear el morro del avión con el eje de pista ya que al comportarse el avión como una veleta, el morro apunta directamente en dirección de donde viene el viento. De modo que si ejecuto la instrucción tal como me la describen y en el mismo orden de acciones se desestabiliza la aproximación - al introducir el alabeo, se genera descoordinación respecto al eje longitudinal y lateral del avión. Al ser éste un objeto dotado de masa tiene inercia por lo tanto el píe contrario debe compensar tanto el desplazamiento para alinear el morro, como también prever el efecto que tiene la inercia. Es más, la frase no especifica cantidad de alabeo, ni tampoco cuánto pie contrario hay que meter.
Si por el contrario invertimos el orden de las instrucciones, todo cobra sentido. Primero el píe contrario de forma suave hasta que el morro este alineado con el eje de pista, sabiendo que existe un cierto retraso. Y entonces cuando notamos que el viento nos está desplazando lateralmente, introducimos en función de la fuerza del viento el alabeo, lo justo para permanecer en el eje extendido de la pista.
Mucho más sencillo, lógico y fácil de aprender.
Aprovechando que estamos en el dique seco con el "aislamiento por coronavirus" voy a ponerme al día con el blog. Mañana más...